Epilepsia y Nutrición

Epilepsia y Dieta Terapéutica

La alimentación juega un papel importante en el tratamiento de la epilepsia.
La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso central, que se manifiesta en forma de crisis inesperadas y espontáneas, desencadenadas por una actividad eléctrica excesiva de un grupo de neuronas hiperexitables.

El ayuno se utilizó en tiempos antiguos como tratamiento efectivo, donde, luego de 2 a 3 días sin comer las personas dejaban de tener crisis. En base a estos principios, la Clínica Mayo En USA creo en 1920 una dieta que simula el estado de ayuno en el organismo logrando los mismos resultados, dándole vida a la conocida dieta Cetogénica que se viene implementando desde esa época en pacientes con epilepsia.
Esta dieta tiene un efecto muy positivo en una gran cantidad de tipos de epilepsia, no únicamente en la refractaria, (resistente a los fármacos) y su práctica viene reduciendo, en muchos casos la medicación y mejorando la calidad de vida de miles de personas que la siguen.

Por otro lado, los celiacos (personas intolerantes al gluten contenido en el trigo, cebada, centeno y sus derivados como pan, galleta, fideos) no tratados, pueden desarrollar epilepsia por calcificaciones cerebrales, siendo la dieta libre de gluten determinante para su tratamiento. ​

Dos líneas de tratamiento nutricional para pacientes con epilepsia
Dieta Cetogénica
La dieta cetogénica que se creó como un tipo de alimentación casi sin carbohidratos que genera un efecto metabólico igual al del ayuno prolongado. El ayuno prolongado ha sido por siglos un tratamiento curativo para muchas enfermedades documentado en distintas civilizaciones antiguas como la egipcia y griega.

La situación que genera el estado cetogénico promueve el uso de la grasa acumulada en el organismo como energía generando cetonas o cuerpos cetónicos que es una fuente de energía alternativa a la glucosa no dependiente de la insulina y puede ser utilizada por casi todos los tejidos corporales incluyendo al del cerebro.  Esta situación reducía sustancialmente los episodios de epilepsia en personas con este trastorno. Hasta el día de hoy se utiliza en pacientes con epilepsia y se ha ido ampliando tambien a pacientes con diabetes y sobrepeso, cáncer, por ejemplo, con mucho éxito.

Esta dieta tiene una composición de entre 5 a 10% de carbohidratos en vez de entre 50 y 60% utilizados en una dieta “normal”.  Se basa principalmente en aumentar las grasas buenas como fuente de energía y no las que no provienen de frituras ni margarinas o trans, sino, incorpora aceites buenos como el de coco, oliva, los propios de los animales. Esta dieta no es alta en proteínas, habiéndolo sido en sus inicios.  Hoy en día se planifica con una cantidad normal en proteínas de acuerdo al requerimiento de cada niño o adulto, evitando el aumento en urea, por ejemplo.

Dieta Sin Gluten 
El gluten puede generar muchas afecciones neurológicas en personas celiacas, entre ellas se encuentra la epilepsia por calcificaciones cerebrales.  Este tipo de epilepsia puede ser tratada mediante una dieta libre de gluten, dentro del grupo de personas que se puede beneficiar de esta dieta, incluye tambien a los niños con epilepsia por causa desconocida ya que en algunos niños las calcificaciones no se ven, pero estas se van haciendo evidentes a medida que va creciendo, por ello es importante identificar a pacientes celiacos dentro del grupo de personas con diagnóstico de epilepsia, ya que pueden mejorar su calidad de vida ostensiblemente mediante el cambio en su alimentación, específicamente eliminado el consumo de trigo, cebada, centeno y sus derivados. Este estudio muestra que los casos tratados con la dieta libre de gluten y antiepilépticos se encuentran libres de crisis en la evolución en 1, 2 y 8 años. (REV NEUROL 2005;40:417-420) habiendo tambien una gran cantidad de casos en los que los medicamentos llegan a reducirse y hasta eliminarse.

Lic ND, Mg Geraldine Maurer
Consultorio 2211342
www.alertanutricional.org

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